El regreso original. La vuelta a lo básico
En un tiempo en el que todo es efímero, momentáneo, debemos reclamar lo absoluto y necesario. El origen, lo vuelta a lo básico y fundamental. A veces utilizamos conceptos que parecen equivocados. Tratamos de ‘desconectar’ cuando lo que realmente anhelamos es todo lo contrario. Precisamente hemos de establecer una conexión con lo más importante, nuestra esencia.
En estas casas, en estas piedras, está ésa energía milenaria. Son las mismas que erigieron castros, que moldearon nuestro paisaje haciéndolo único. Son testigo de nuestra historia pasada y patrimonio de nuestro futuro, nos facilitan una conexión imprescindible con lo fundamental, con nosotros. Con los nuestros.
El entorno es sencillamente incomparable. Decir Valdoviño es decir mucho. De hecho es decir ‘todo’. Sorprende por su naturaleza, brava y mística con su mar indomable, por la paz de sus arenales, por sus rutas ancestrales por las que caminaron antes peregrinos, caballeros, viajeros todos, en busca de respuestas para el alma.
Esta tierra de agua ofrece un enorme abanico de posibilidades. El descanso y el ocio se dan la mano y lo hacen con una gastronomía sin igual, un sin fin de actividades deportivas, lúdicas, disfrutando en perfecta armonía con el medio. Este mar único, que nos mece y nos acuna cuando en la noche susurra desde la espuma, es nuestra identidad. Como lo son las laderas verdes que van cayendo hacia el azul hasta fundirse en un horizonte de luz. Como lo son las lagunas que esconden leyendas arcanas de hadas que moran bajo su manto y sus juncos.
Todo es posible cuando vuelves a lo básico. Cuando dejas que esta energía te inunde plenamente. Cuando, realmente, quieres conectar con lo más importante. Contigo. Con los tuyos. Con tu origen ancestral, con tu propia alma.
Alberto Torres